Reconocen a Lottie Cunnigham por la defensa de los Derechos humanos de pueblos indígenas

Esta Mujer Desafiante empezó trabajando por los Derechos Humanos de los indígenas, luego que su vida quedara marcada tras el trabajo de 10 años como enfermera en más de 100 territorios indígenas durante la guerra civil.
Por estrategiaynegocios.net
La fundación Paul K. Feyerabend reconoce el trabajo hecho por la abogada Miskitu Lottie Cunningham Wren, quien ha trabajado para garantizar los derechos sobre la tierra de los pueblos indígenas que viven en la costa caribeña de Nicaragua.
El reconocimiento le fue entregado de manera virtual, en un encuentro que tuvo lugar este 20 de agosto de 2020.
“Es una persona con un compromiso ejemplar, cuyas capacidades profesionales y cualidades y valores humanos se fusionan para generar un compromiso que es único y singularmente resiliente. Hacer posible la solidaridad comunitaria es una firma del trabajo de su vida”, indican desde la fundación.
Esta Mujer Desafiante empezó trabajando por los Derechos Humanos de los indígenas, luego que su vida quedara marcada tras el trabajo de 10 años como enfermera en más de 100 territorios indígenas durante la guerra civil y observar la violación de los mismos, sobre todo en las mujeres.
Luego de esa experiencia, volvió a la academia a estudiar derecho en la Universidad Centroamericana. Ahora trabaja en la implementación de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que estableció la obligación del estado nicaragüense de crear un mecanismo para demarcar y titular las tierras indígenas, para proteger efectivamente la propiedad comunal.
También fundó la organización CEJUDHCAN con el fin de promover y proteger los derechos humanos colectivos de los pueblos indígenas, como son sus territorios, recursos naturales y su autodeterminación, sobre todo en la costa Caribe de Nicaragua. Desde CEJUDHCAN mantiene su compromiso para desarrollar el liderazgo de las mujeres a fin de promover cambios en sus condiciones de vida, a lo interno de su familia y en la comunidad.
“Lo más difícil como defensora es vivir en una situación permanente de riesgo, obstáculos y criminalización por la realización de mi trabajo”, denuncia.
La fundación Paul K. Feyerabend apoya, en Suiza y en el extranjero, proyectos, organismos o individuos que actúen con intereses solidarios vis-a-vis las comunidades humanas necesitadas. Las iniciativas apoyadas se dirigen a la creación, el reforzamiento y la valorización de las capacidades necesarias.